Cliente coqueto. Cómo es. Cómo tratarle. Cómo venderle

Se habla de cliente coqueto, cliente coqueteador, o cliente ligón, cuando nos referimos a compradores que aprovechan la circunstancia de comunicación, obligada por el trato comercial, para hacer insinuaciones y comentarios dirigidos a conseguir romper las fronteras naturales que separan a personas que no se conocerían de otra forma.

Tanto hombres como mujeres que venden productos o servicios se encuentran con este tipo de clientes, y es conveniente tener clara la forma de tratarlos.

Manteniendo tu dignidad y consciente de su debilidad, puedes vender perfectamente. Te lo cuento aquí, y te recomiendo que aprendas más sobre otros tipos de clientes y cómo tratarlos.

Cómo es el cliente coqueto o cliente ligón

Para definir cómo es el cliente coqueto, coqueteador o ligón, si no has tenido mucha experiencia en la venta, puedo decirte que son personas que tienen preparada la caña de pescar a todas horas. Y tales personajes sí que los habrás encontrado en tu vida privada.

Cliente coqueto. Cómo es. Cómo tratarle. Cómo venderle

Así pues, ir a comprar y encontrar a alguien que les atrae es un momento perfecto para probar sus artes, ya que es obvio que tienes cierta obligación de atención.

Hará comentarios con doble sentido, que suelen ser suaves al principio, y que intentan testear tu ánimo para recibir dosis mayores; cosa que, sin duda, ocurrirá si no lo paras a tiempo.

Características del cliente coqueteador

Te encontrarás habitualmente con estas características del cliente coqueteador:

  • Simpatía, sonrisa y amabilidad, muy edulcoradas. Es lo normal, y lo lógico para sus objetivos, aunque este tipo de clientes a veces puede ser más frío y directo.
  • Hombres o mujeres. Aunque lo normal que el perfil se repita más en los hombres, también hay muchas mujeres, igualmente desinhibidas, que intentan aprovechar el momento de la compra para hacer insinuaciones.
  • Va a más. Los inicios son aparentemente inocentes, como hemos dicho, pero van aumentando si no los frenas correctamente.
  • Intimidación y acoso. Algunos casos rozan lo delictivo. Hay personas que pueden coaccionar con cualquier truco perverso para intentar conseguir sus fines. Por ejemplo amenazarte con contar que has hecho algo grave que te puede costar el empleo.
  • Alargan la venta. Necesitan tiempo para camelar a su víctima, y por eso marean, preguntan, conversan, y piden ver qué puedes ofrecer. Durante el proceso de venta irá deslizando sus cebos.
  • Prefiere que estéis en soledad. Les es más fácil actuar así, pero no se cortará en sus intentos si tiene delante a dos mujeres o a dos hombres. Más público, más divertido para ellos; y, si no cae una víctima, quizás caiga la otra.
  • Compra incierta. A ti te interesa hacer tu trabajo, vender. Por sulado, los clientes coqueteadores necesitan comprar como cualquier otro. Estas personas son imprevisibles, y es posible que realmente tengan intención de compra, o que todo sea mero teatro.

Razones por las que un cliente es ligón o coqueteador

Son sencillas las razones por las que un cliente es coqueto o ligón:

  • Su naturaleza. Ya sabemos que hay personas incontinentes, muy sexualizadas. Sigmund Freud daría muchas causas al respecto. Nosotros nos quedaremos con que existen.
  • Fines ocultos. Provocar situaciones incómodas o bien adular a quien pueda necesitarlo son formas de conseguir objetivos ocultos, como mayor descuento, una cesión en condiciones, u otros. Incomodar al oponente o hacer que se sientan deseados son algunas malas artes de la negociación.

Cómo tratar a un cliente coqueto

  • Profesionalidad, educación y asertividad son imprescindibles. Es el punto más fuerte para tener la situación controlada.
  • Preguntar directo y claro qué quieren comprar. Ir al grano. Ofrecer el producto o servicio siendo muy eficientes, sin dudar.
  • Hacer entrevista corta. No dar el tiempo que están buscando.
  • No seguir la broma para que no malinterpreten. O bien dar un corte con una sonrisa, del tipo, “si quiere llamo a dirección y se lo dice”.
  • Dejar clara tu postura. Por ejemplo, haciendo un comentario de la pareja propia o de los hijos, e incluso de la pareja del cliente.
  • Advertir a compañeros para cubrirte las espaldas. En cuanto se detectan estos tipos de clientes conviene dar una indicación a compañeros o jefes, y si sabemos que vamos a hacer una visita a un perfil así, también.
  • Buscar compañía. Les será algo más difícil pasar ciertos límites si tienes compañía en la venta, sobre todo si estás visitando su lugar de trabajo y no estás en tu tienda.
  • Dinamismo. Son clientes que provechan las momentos estáticos, que no ocurre nada, para avanzar más en sus pretensiones, como que les mires a los ojos, o que esperes respuesta a una pregunta. Te aconsejo que tengas recursos preparados, espacio para moverte y un ambiente público.

Ana Vicent García